LA HISTORIA DE LA IGLESIA A TRAVÉS DE LOS AVIVAMIENTOS - POR JUAN MANUEL QUERO
Historia Contemporánea: Un nuevo impulso misionero (IV)
En esta fase de impulso [misionero], seguimos recogiendo principios rectores que movieron la misión cristiana y que también nos pueden llevar a una abierta reflexión...
Retratos de Adoniram Judson and Ann Hasseltine
(JUAN MANUEL QUERO, 27/01/2023) | Como resultado del impulso del avivamiento que se estaba viviendo, dejaremos también una presentación del misionero congregacionalista, y posteriormente bautista, Adoniram Judson (Massachussets 1788-1850 Bahía de Bengala).
Era un hombre muy bien preparado, lexicógrafo, lingüista, traductor y escritor. Se casó con Ann Hasseltine. Formó un grupo que se conocía como «hermanos», que eran estudiantes de teología con una gran carga misionera, entre los cuales estaba también Luther Rice[1]. Ellos serían los que inspirarían la creación de la primera sociedad misionera organizada en los EEUU (1810). Inicialmente viajaría junto con su esposa Ann y otros misioneros a India; pero estos serían expulsados y posteriormente se dirigirían a la Birmania budista. En el barco su mujer, que estaba embarazada, perdería su hijo. Llegarían enfermos y destrozados a la ciudad birmana de Rangún.
Este movimiento misionero no se daría solamente en el ámbito bautista, sino que cundiría en las diferentes organizaciones que se estaban formando. Además, también en Europa, como serían las diferentes sociedades misioneras evangélicas de Basilea (1815), Dinamarca (1821), Berlín y París (1824). Todo esto produjo un cambio que según el historiador Williston Walker nunca se dio anteriormente entre los cristianos, llevando todo ello a la consagración de hombres y mujeres para servir como misioneros en diferentes lugares del mundo[2].
Habría un «Tercer Gran Avivamiento» que se daría aproximadamente desde 1850 hasta 1900. En este caso se daría de forma mucho más global. Hay que tener en cuenta que ya se habían dado los anteriores avivamientos, por lo que este conllevaría un efecto que «a fortiori» llegaría a gran parte del mundo partiendo de los EEUU y desarrollándose por Canadá, Sudáfrica, Irlanda, Inglaterra y Australia.
Durante esta etapa seguirían celebrándose reuniones de avivamiento igual que en el Segundo Gran Despertar. Algunas mujeres serían también misioneras, como sería el caso de Carlota o Lottie Moom. Ella también tuvo este llamamiento en una de las reuniones de avivamiento que se celebraban en las universidades. Esta reunión de avivamiento se realizó bajo la dirección de John Broadus, uno de los fundadores del Seminario Teológico Bautista del Sur de EEUU, y uno de los predicadores más aclamados entre los bautistas de aquel tiempo.
Okeanroe. «Un monumento a Lottie Moon, misionera bautista estadounidense en China, en West Cherokee Street en Cartersville, Georgia»
Carlota Moom nació en el Abernarle, en el estado de Virginia, el año 1840, y partiría con el Señor el año 1912, en Japón. Sería una de las primeras personas enviadas a las misiones por la Junta de Misiones Internacionales de la Convención Bautista del Sur de EEUU. En este caso la labor misionera la realizaría en China durante casi 40 años (1873-1912). Realizaría un importante trabajo en el ámbito educativo y en la evangelización. Una mujer muy culta que estudiaría diferentes idiomas: latín, griego, hebreo, italiano y español. Sería profesora en el Seminario teológico Bautista del Sur. Una joven que destacó por su erudición, lo que permitió que en China pudiera realizar un magnífico trabajo docente abriendo incluso colegios para mujeres; y posteriormente, viendo la dificultad de que estas asistieran, sería una profesora itinerante que pasaría por las aldeas para dar una formación adecuada a las mujeres.
Su labor misionera sería muy integral, sabiendo que proclamar el evangelio implicaba una pedagogía adecuada; una labor social para atender a los pueblos chinos empobrecidos; así como animar a que las estructuras discriminatorias cambiaran. Su amor por los niños le daría fama en toda China.
Su llamamiento y servicio al Señor en este tercer avivamiento sería una referencia para que el sector femenino asumiera más protagonismo, no solamente en China sino en la Convención Bautista del Sur, y por ende en todos los lugares donde se conoció su magnífico trabajo. En aquel tiempo esto ayudó para que se formaran departamentos misioneros y que las mujeres también apoyasen a las misiones; pero, este planteamiento más feminista que ella introdujo no fue aceptado por los Bautistas del Sur, sino que las mujeres asumirían un papel secundario y más sometido a la dirección del hombre.
En los archivos de la Junta de Misiones Internacionales de Richmond, Virginia, se encuentran muchas de las cartas personales que han permitido realizar su biografía, además de comprender mejor sus propósitos y situaciones de su tiempo. En una nota marginal de su Biblia se encuentran estas palabras escritas por ella: «No hay palabras que expresen mi amor a este santo libro; mi gratitud a su autor por su amor y su bondad; ¿Cómo se lo agradeceré?»[3]
En esta fase de impulso, seguimos recogiendo principios rectores que movieron la misión cristiana y que también nos pueden llevar a una abierta reflexión. Entre las preguntas que podríamos hacernos para ello quizás quepan las siguientes:
¿Qué papel debe jugar en la predicación de las iglesias actuales la denuncia de lo que socialmente se puede permitir, pero, que entendemos contrario a la voluntad de Dios?
¿Sería viable tener en nuestro tiempo reuniones de avivamiento, tal como se planteaban en esta época? ¿Qué estrategias se tendrían que seguir en la actualidad?
¿Cómo podemos organizarnos en nuestros días para que más misioneros lleguen a los lugares despoblados de testimonio evangélico?
¿Sería necesario invertir fondos suficientes para la tarea misionera, así como promocionar y facilitar un despertar misionero?
*** Notas:
[1] Rice sería uno de los personajes históricos, más destacados en la formación organizativa de los Bautistas de EE. UU. Cuando regreso a EE. UU. después de su viaje misionero a India, realizó un trabajo de promoción misionera, levantando fondos para sostener a Adoniram Judson. Esto conllevó la creación de «La Convención General Misionera de la Denominación Bautista en los Estados Unidos de América, para Misiones Extranjeras», llamada también la «Convención Trienal». De aquí surgiría la Convención Bautista del Sur de los EE. UU. También daría gran importancia a la formación y al ámbito teológico, llegando a fundar diferentes seminarios, como el «Columbian College» en 1821.
[2] Williston Walker. Ob. cit., p. 523.
[3] Cf. Roberts de Lawrence. Carlota Moon. Buenos Aires: Editorial Junta de Publicaciones de la Convención Evangélica Bautista, 1949, pp. 9, 43, 51.
Autor: Juan Manuel Quero Moreno
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