NAUFRAGIO DEL “VILLA DE PITANXO” EN TERRANOVA
Uno de los tres supervivientes es miembro de la iglesia evangélica de Marín
Samuel Kwesi Kofie habló este jueves por teléfono con el pastor Julio Torres de la Iglesia Evangélica de Marín, a la que pertenece. “Estoy bien. Doy gracias a Dios por haberme salvado”
El "Villa Pitanxos" en una imagen de archivo, hundido esta semana en aguas del Atlantico norte
(Redacción, 18/02/2022) El sector pesquero gallego y del resto de España despertaba este martes con una de esas noticias que nunca espera recibir. El Villa de Pitanxo, un arrastrero congelador con base en Marín, había naufragado de madrugada en aguas de Terranova, a 250 millas náuticas (unos 460 kilómetros) de la capital, St John’s.
En torno al mediodía, cuando la información trascendió de la industria a la opinión pública, los peores temores se convirtieron en tragedia: de las 24 personas que formaban la tripulación del buque, tan solo se encontraron a tres con vida: el capitán, Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y un tercer integrante de la dotación del pesquero que, con el paso de las horas, resultó ser Samuel Kwesi Kofie.
Los tres únicos supervivientes del naufragio
La última información ofrecida por el centro de coordinación de rescates de Halifax, difundida por Salvamento Marítimo, sitúa en nueve los cadáveres recuperados y 12 los desaparecidos.
FAMILIARES RECLAMAN QUE CONTINÚE LA BÚSQUEDA DE LOS DESAPARECIDOS
El mal tiempo en la zona y las bajas temperaturas no invitan a la esperanza sobre la suerte de los 12 desaparecidos y, por esa razón, unas 39 horas después de que se perdiese la señal del barco, las autoridades canadienses anunciaron la suspensión definitiva las tareas de búsqueda y rescate. Un anuncio que provocó la reacción de las familias de esos marineros desaparecidos, que han reclamado al Gobierno español que se implique y continúe con la búsqueda de sus familiares desaparecidos.
Ultima hora: Se reanudará la búsqueda
Esta misma mañana, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha indicado que el Gobierno canadiense ha expresado su voluntad de retomar la búsqueda de los marineros desaparecidos tras el naufragio del Villa de Pitanxo en el mar de Terranova cuando mejoren las condiciones meteorológicas. Lo que, en cualquier caso, confirma que ya no hay esperanza de encontrar más supervivientes.
LA COMUNIDAD EVANGÉLICA GALLEGA DE LUTO
De los 24 tripulantes del Villa de Pitanxo, 16 eran de nacionalidad española, aunque al menos siete eran oriundos de Perú, tres de Ghana y diez españoles de nacimiento, casi todos gallegos. Y Actualidad Evangélica ha podido confirmar que tres de los tripulantes están vinculados a la comunidad evangélica gallega.
Según ha informado a este medio el pastor de la Iglesia Evangélica de Marín (Asamblea de Hermanos), Julio Torres, además de Samuel, miembro de su congregación y felizmente uno de los supervivientes, había dos marineros de origen peruano que formaban parte, uno de la Iglesia evangélica de Cambados (Pontevedra) y otro de la Iglesia evangélica en A Coruña.
“Samuel está bien, dice que le están tratando muy bien y que está muy agradecido a Dios por haber salvado su vida”, explica el pastor Torres, “pero a la vez está muy triste por la suerte de sus compañeros fallecidos o desaparecidos y por el dolor de sus familias”.
El pastor Torres también se unía al clamor de las familias que pedían al Gobierno que se continuara con la búsqueda de los desaparecidos.
“Estuve en una reunión con el ministro de Pesca, Luis Planas. Se le pidió comunicación con las familias, que hasta ahora no la hubo y, sobre todo, seguir unos días más con la búsqueda de los cuerpos, faltan 12”, dice.
ALARMA TRAS 20 DÍAS EN EL MAR
El Villa de Pitanxo, de 50 metros y construido en 2004, había salido el pasado 26 de enero del puerto de Vigo con rumbo al caladero comúnmente conocido como NAFO, siglas en inglés de Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste.
Las alarmas saltaron el pasado lunes 15, casi a las 5.30 horas española (después de la medianoche en Terranova). El Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo (CNCS), situado en Madrid, recibió dos alertas que emitía el pesquero al otro lado del Atlántico. Eran las radiobalizas, que al contacto con el agua habían saltado para emitir su posición. Junto al Joint Rescue Coordination Center (JRCC) de Halifax, Canadá, se desplegó un operativo para intentar auxiliar al pesquero tras no obtener respuesta en los intentos para comunicarse con el capitán.
Fuente: Agencias / Redacción: Actualidad Evangélica